Desde el año pasado que sigo a 10 recetas japonesas, un perfil formado por Cami-sensei y Lucía Manasliski en el que se dictan cursos online de cocina y cultura japonesa. Me comuniqué con ellos con diversas propuestas en mente y... ¡se están haciendo realidad! Agradezco muchísimo la oportunidad que me brindaron de experimentar uno de sus cursos y de ser los primeros en colaborar con Devorando Buenos Aires, entre nos DBA. ¡Nunca jamás voy a olvidar esta hermosísima y única experiencia ❤️!

Entonces... ¿qué curso hice? El curso que realicé fue 10 recetas japonesas, justamente con el mismo nombre del perfil, en el que se enseñan diez recetas japonesas con un nivel bastante sencillo de entendimiento y preparación. El mismo cuenta con un total de 4 clases, siendo la última la dedicada para el plato más amado de la gastronomía japonesa, el ramen.

Una de las cosas que más se destaca de esta modalidad es que podes realizarlo desde la comodidad de tu casa y a la par del chef Cami dado que es online, consiguiendo al final de cada clase una cena para dos personas. ¡Lo copado es que ellos te envían la mayoría de los ingredientes que vas a necesitar (los que no son perecederos), lo cuál hace que todo sea muchísimo más sencillo!


Mi experiencia

Mi grupo comenzó el miércoles 13 de abril y finalizó el miércoles 4 de abril (se cursa una vez por semana a la misma hora).

Al principio estaba un tanto nerviosa porque, si bien tengo cierta experiencia cocinando platos asiáticos, no sabía como serían mis propios resultados. Lo bueno es que desde la primera clase empezás a ambientarte poco a poco y te vas relajando, sintiéndote cómodo y confiado gracias a la genial personalidad de Cami-sensei. Gracias a eso, cada clase que pasaba era un desafío que quería conquistar, con todas las ganas del mundo de aprender.

En la primera clase aprendés a hacer lo más básico que hay de la cocina japonesa...¡el arroz! Conociendo como realizar arroz coreano, tenía una idea de cómo sería la preparación, pero no esperaba amar tanto el arroz Koshihikari y ese sabor especial que le da el alga Kombu. Me gustó tanto que ya me compré los ingredientes para poder prepararlo para acompañar otras comidas.

En la segunda clase se prepara un poco de todo, desde lo dulce a lo salado. Me encantó realizar la pasta de porotos por primera vez, ¡no sabía que sería tan sencilla de crear! En esta clase también se nota la abundante cantidad de azúcar que se suele usar en las comidas asiáticas como, por ejemplo, en el Tamagoyaki (tortilla de huevo enrollada).
La tercera clase sin dudas es mi preferida porque incluye fritar preparaciones. Fue la primera vez que utilicé panko (pan rallado japonés) y, sin dudas, iré al Barrio Chino para comprar un paquete para realizar las frituras de siempre pero más crujientes. Ya conocía la salsa Tonkatsu, ¡sin embargo no se compara con la que realizamos desde cero! Todos en casa se animaron a probar y les gustó muchísimo el Tori no Karaage (pollo frito).

Para cerrar el ciclo, realizamos el plato más querido por el público argentino: el ramen. Lleva muchísimo tiempo y preparación...¡pero vale muchísimo la pena! Después de todo el esfuerzo, disfrutás de algo muy rico y calentito que vos mismo hiciste, ¿no es esta una linda recompensa?
En resumen, la experiencia fue fascinante ya que te abre la cabeza no sólo a los ingredientes japoneses que se usan en los platos sino también en las diferentes técnicas y secretos para realizarlos lo mejor posible. ¡Todos los conocimientos que adquirí los seguiré usando y buscaré seguir mejorando poco a poco para realizar comida japonesa que todos disfruten!

Nuevamente, mil gracias a 10 recetas japonesas por darme esta oportunidad ♥

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