Estaba caminando por Boedo con la mente enfocada en un restaurante que quería visitar pero me topé con el Café Margot y me llamó tanto la atención que decidí cambiar los planes y comer ahí.


Café Margot

📍 Av. Boedo 857, Capital Federal
💵 $$ - Moderado

La fachada es impresionante, muy hermosa, y es lo que me atrajo a entrar. El interior es igual de hermoso que afuera y le da un ambiente cálido comparado a muchos restaurantes que se encuentran más modernizados. Lo que iba a comer si o si era pasta, así que le consulté a la mesera cuál me recomendaba, a lo cuál ella respondió que los ravioles de pavita son los más pedidos del lugar. Nunca en mi vida probé pavita pero aún así decidí seguir la sugerencia y pedí los Ravioles de pavita ($650) con salsa bolognesa ($300), lo cual viene con queso incluido (no así la canasta de pan, que salió $70).
 
Pan saborizado de canasta de pan

Mientras esperaba que llegue la comida, disfruté de la selección de pan, ¡especialmente el que tenía hierbas y especias muy copadas! Asimismo, en la espera me encontré con que la pavita es el producto estrella del lugar porque muchos individuos conocidos fueron al Café para probarla como, por ejemplo, ¡Perón!

Ravioles de pavita con salsa bolognesa

Con la pasta en la mira, intenté disimular mi fanatismo por el queso agregándolo de a poco al plato, pero la gula me ganó de mano y le terminé agregando todo. Cuando la mesera me dijo que eran solamente 5 ravioles creí que saldría con hambre del lugar... ¡pero fue todo lo contrario! Más que ravioles son raviolones ya que la cantidad de relleno es impresionante. Se notó a simple vista que eran realizados a mano y me encanta este tipo de esmero dado que todo sale mucho más rico de esta manera.

¿Se acuerdan que les dije que nunca probé pavita? Bueno, a mi consideración se me hizo similar al pollo, sin embargo su sabor es más intenso. Los ravioles tenían un sabor como a algo ya cocido con anterioridad pero realmente los disfruté. La salsa bolognesa, por otro lado, estaba bastante fuerte y con mucho sabor a pimentón. El conjunto sabía, luego de un tiempo, un poco salado para mi gusto (no se si fue el queso o algo en particular como la salsa).

La atención es muy buena aunque me sacaron el plato unos minutos después de terminarlo, ¿quizá porque vieron que me estaba preparando para irme en un rato? Más allá de todo esto, fue una experiencia extraordinaria y diferente, me pone contenta haber pedido la recomendación ya que mi elección hubiese sido diferente.

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